lunes, 26 de septiembre de 2011

Cuentos del mundo: Ruslán y Ludmila

En una playa próxima a cierto golfo crece un robusto y verde roble. Un gato sabio, sujeto al tronco por una cadena de oro, da vueltas sin cesar en torno a él. Cuando corre a la derecha, entona una canción y cuando corre a la izquierda se pone a contar un cuento. Por todas partes se producen allí milagros; anda vagando un demonio, una ondina se balancea en las ramas… Y en los senderos ocultos se ven huellas de animales nunca vistos… También hay una casita con patas de gallina, y no tiene puertas ni ventanas. Allí cada bosque y cada valle albergan innumerables fantasmas. Allí, al rayar el alba, cuando las olas empiezan a rodar por las riberas arenosas. surgen de las límpidas aguas treinta y tres hermosos héroes, capitaneados por el Tío Mar… Allí un joven príncipe vence y hace prisionero a un zar temible… Allí, a la vista de todos, rapta un brujo a un héroe esforzado y, subiendo con él a las nubes, vuela sobre bosques y mares… Allí, encerrada en una celda, llora una zarina, a la que sirve con fidelidad un oso pardo… Allí camina por sí sólo un mortero junto a la bruja Yaga. Allí el zar de los brujos, el Brujo-Inmortal, tiembla por su oro… Allí reina el espíritu ruso… Todo sabe a Rusia allí.Allí estuve yo… Bebí dulcísimo hidromiel, vi aquel roble, y tambie´n a su sombra, al gato sabio, que me contó buenos cuentos de los suyos. Y uno de ellos lo recuerdo, y voy a contarlo ahora al mundo entero…

Así comienza este cuento de  Alexander Pushkin. Un comienzo maravilloso y misterioso. Es increíble como con unas pocas palabras se pueden despertar tantas imágenes en nuestra cabeza. Un gato atado con una cadena de oro que cuando corre a la izquierda se pone a contar un cuento, una casita con patas de gallina, una princesa que tiene como sirviente a un oso pardo,... Esta es la verdadera magia, la magia de las palabras. En este caso la magia rusa de las palabras.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario