Me desperté asustada y fui a la cocina a beber agua. Cuando bajé por las escaleras, de pronto, me encontré a... ¡una vieja con una cara terrible y una capa que le cubría todo el cuerpo! Pensé que estaba soñando pero no, era realidad. Lo primero que se me ocurrió fue llamar a mis padres, y eso fue lo que hice. Pero cuando ellos llegaron la terrible vieja había desparecido...
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